NO SE PUEDE GOBERNAR SIN CAOS

CAPITULO 35

Era una noche extraña para Ruby, como todas las que tenía, cada vez que salía con Aemon. Pero esta lo era aún más, era una reunión para cumplir ciertas formalidades.

Nada más y nada menos, que la presentación oficial de Kamila al círculo selecto del Clan, como la nueva chiquilla de Valentine, que, además, anunciaba oficialmente su “despertar” y, además, anunciar que se casaba con su chiquilla.

- a ver cuánto te dura esta. Abro apuestas. – Aemon, burlándose.

- yo doy un siglo como mucho – dice, Hinata apoyando la puja.

- ¿un siglo?... ja!! este no llega ni a 50 años con una. Yo apuesto 30 años – Aemon.

- yo estoy con Aemon, pero voy a darle el beneficio de la duda, apuesto 40 años. Deberíamos también agregar el cuento que nos dará cuando se "divorcie" – aporta Adler, al juego

- ¡¡hijos de putas!!, me da igual lo que digan, soy un hombre nuevo, tantos siglos solos me han cambiado la perspectiva. Es más, hasta yo me uno a la condenada apuesta. Van a tener que pagarme cada, lo que apuesten, cada uno de ustedes.

- Carlos, tu no has apostado – Hinata que comienza a ver esto divertido.

La mira al Antiguo, que anda todo meloso con su chiquilla.

- ni 10 años.

Todos se ríen, excepto Ruby. No le daba ni pizca de gracia. Tenía su dilema personal, cuando se enteró de que Bella Goth se casaba con su señor, no pudo evitar sentir una pequeña envidia, pero nada como para cabrearse. al final ella tenía el apellido de Aemon, Batori. Ahora mismo, si que estaba cabreada, ya no era solo el matrimonio, era ver a Kamila convertida en vampiro.

La velada era bastante informal, El que más hablaba era Valentine, se le notaba que había estado solo muchísimo tiempo y ahora como que se descargaba contando hasta lo que no importaba. Adler el que más interactuaba con él, contaban sus anécdotas (que pocas no eran) y se meaban de la risa burlándose, uno del otro, viendo quien había sido más blando.

Carlos intervenía, contando también alguna de sus trastadas, al igual que Hinata, aunque era evidente, que Valentine y Adler eran los que dominaban la velada.

Por su parte, Aemon estaba en silencio. Comentaba alguna cosa puntual cuando Valentine le señalaba o hacía referencia sobre algo que le involucraba, pero no estaba inmerso en el tema.

Estaba más pendiente, observando a Adler y a Valentine, demasiada complicidad. No era secreto para NADIE que Adler iba detrás del puesto de Aemon. En su paranoia comenzaba a ver “señales” de que estos dos conspiraban contra él y derrocarle.

Adler, jamás se habría atrevido solo, no tenía los huevos necesarios para alzarse solo contra Aemon, Eso el Antediluviano lo tenía super claro, pero ahora, con la vuelta de Valentine, se le atravesaba otro antiguo en la pirámide, uno que le conocía muy bien, uno antiguo al que Adler, podía lamerle las pelotas para conseguir lo que nunca se atrevió solo.

Un poco más tarde, la reunión se tornó en asuntos más serios, empezaron a tratar puntos más importantes en referencia a la Mascarada, y el principado de San Myshuno.

- Mírala, uno aquí, años esperando un puesto formal en el Clan, y llega esta recién llegada y ya hay que tratarla como la realeza – Bella que ni se esforzaba por disimular la envidia.

Ella y Ruby había trabado, cierta, amistad, aunque con formalismos. Siempre estaban en las mismas reuniones, y sus papeles eran los mismo. Además, Aemon ya le había ordenado que lo hiciera, que se hiciera su amiga y lo mantuviese informado de sus mierdas con Adler, pero por supuesto, que tuviera cuidado y se mantuviera alerta, porque que Adler, habría pedido lo mismo a Bella, Después de todo, para eso eran los Ghoul.

- Ya has visto como se lo toman en serio, no entiendo que te preocupa – Dice Ruby tranquila, aunque es solo apariencia, por dentro esta igual que Bella.

- bueno, tampoco es que me queje. Desde que estoy con Adler, mi vida a mejorado mucho.

- ¿no extrañas tu vida mortal?

- ¿estas locas?, estaría ahora vieja y arrugada, esto es mejor que cualquier cirugía plástica.

- ¿Qué hay de tus hijos?

Bella respira, toma una pausa, se nota que es un tema delicado.

- están bien, es lo único que importa.

- ¿ellos no saben?

- claro que no. Bueno, mi hijo sí, es un genio, lo descubrió. No le ha hecho nada de gracia, al principio no me hablaba, pero al final lo comprendido, o tal vez simplemente lo acepto. Hasta me ha ayudado, para mi sorpresa, se invento una historia fantástica de mi desaparición con el secuestro de unos Aliens… te puedes creer, yo, ¡¡secuestrada por Aliens!! Jajaja. ¿Y tú?, ¿extrañas a tu familia?

- Por supuesto. Al principio me costó despegarme, pero ahora entiendo que es lo mejor. Para ellos estoy muerta, como debería ser, y punto. Hace tiempo no se de ellos.

- no sé de qué te quejas, eres la Ghoul de Aemon Batori, nada mas y nada menos. Además, que te ha convertido en la jefa de su empresa, para llevar sus negocios de su imperio. No tienes ni idea de cuantas están por cortarte el cuello… y no hablo de Ghoul, solamente.

Ruby sonríe, la verdad es que es lo único con lo que puede regodearse orgullosa con todos ellos.

- oye, cambiando un poco el tema: ¿es verdad que Aemon le devolvió a Valentine sus dominios, además de su parte en la Empresa?

La pequeña sonrisa de Ruby se esfuma, la ha cogido de sorpresa, de eso ella no tiene ni idea.

- ¿Crees que eso me lo diría Aemon, Bella? – Ruby sonriendo otra vez, aunque más por mantener la apariencia – Además, los tratos que tenga ellos dos, es entre ellos dos y nada más. Te recuerdo que igual que tú, yo solo soy una esclava, aun cuando lleve su Imperio.

Bella sonríe también… aunque también, por las apariencias.

Mas tarde, la cosa no seguía sin entretener mucho a Ruby. Hasta le estaba entrando un sueño, gracias al vino. Las otras dos en cambio, parece disfrutaban la velada, se habían instalado hablar, como si fuesen amigas de toda la vida.

Para Ruby, era una noche muy extraña. Había muchos sentimientos moviéndose dentro de ella. Sobre todo, envidia, algo que no era común en ella, no recordaba haber sentido nunca algo así, tanto como tener ganas de “matar” por ella. Ahora le ardía por dentro, como un cuchillo

Estaba cambiando, pero al parecer no eran solo las arugas y su físico. Aemon parecía le alimentaba la ambición, una ambición que antes había sido humilde y más por la búsqueda del perfeccionismo, no del poder...

- Deja eso, nos vamos… - Escucha a Aemon, que se le acerca de repente – ya me aburrí de estos lame pelotas. Y tú no tienes mejor cara.

- yo estoy bien – ella con una sonrisa, esta vez honesta, solo para el.

- no, no lo estas – le corrige Aemon, arreglándole el lisptick que se ha corrido de sus labios por culpa de la copa de vino.

Ruby queda un poco descolocada, Aemon no era de dar afectos en público. Y ese detalle, más un pequeño beso le ha dejado helada. Esto, romántica como es, le encanta.

- vamos - la coge de la mano y salen de la habitación, mientras los otros siguen su velada.

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Habían pasado ya algunos días desde la "fiestecilla" Ventrue

Aemon estaba en San Myshuno esa temporada, así que todas esas noches, estaba con Ruby. Aunque lo único que hacía era observar desde la terraza, el Eliseo.

Parecía que ahora tenía una nueva obsesión.

Ruby no entendía que era lo que tanto miraba. Sí, era el Eliseo, sabía muy bien que representaba, pero mirarlo todas las noches obsesivamente era de locos.

Mientras, ella seguía con la espina de Kamila y su transformación como un vampiro dentro del Clan. Además del matrimonio.

Y por supuesto, el dato que soltó Bella, por descuido o no, sobre la empresa y la las acciones, entre Valentine y de Aemon. Para ella, esto no tenía sentido.

Seguro no era más que eso, un farol de Bella para sacar información. Pero, de ser verdad, ¿por qué Aemon no le habrá comentado nada, con una cosa tan delicada cómo esa? Siendo la que lleva las cuentas y el negocio, era ella quien tendría que arreglar eso.

No es que su decisión importara mucho, al final, solo era una Ghoul, es solo que una vez más sentía que Aemon, no la tomaba en cuenta para decisiones importantes. Era solo eso, otra de sus Ghoul, la favorita, pero solo eso, una esclava, un trofeo.

- ¿vas a decirme algún día que es lo que tanto miras?

- nada, solo espero.

- ¿y qué es lo que esperas?... sí se puede saber, "señor"

Ruby espera su respuesta, Aemon no contesta.

Ella toma asiento, y se dispone admirar sus vistas fabulosas y privadas de su apartamento. Vuelve a mirar a su amo:

- “que tantas esperas, Aemon” – esta vez se pregunta en su cabeza, como un pensamiento, para no volver a molestar.

- que ataquen – ahora Aemon, si le contesta, como si lo hubiese preguntado en voz alta.

Ruby queda con más dudas que antes, y por supuesto, menos tranquila…

- no se supone que ese lugar es "sagrado" ¿por qué esperas un ataque?

Aemon vuelve a dejar a Ruby esperando por su respuesta, solo unos segundos...

- porque así ha sido siempre, el patrón nuca cambia, sin importar la época.

- ¿Qué ganas tu con eso? - Ruby que sigue sin entender.

Aemon, da un par de caladas a su puro, mientras sigue observando el Eliseo.

- Caos, Ruby Caos. No se puede gobernar sin caos.

Ruby decide no preguntar. Ella entiende lo que Aemon quiere decir, pero ese es un terreno en el cual, ella quiere mantenerse totalmente alejada, no esta preparada para sumir en Caos, tal vez sea por eso… que no la convierte. ¿Sigue siendo muy blanda para el?

- ¿sigues cabreado porque adopte un gato? – Ella cambiando radicalmente el tema.

- lo que hagas y decidas, ya de verdad, no me importa. Así sea solo para tocarme los cojones.

- Solo quería una mascota, es así de simple, no sabía que eras alérgico a los gatos...

- Son ellos lo que me tienen alergia a mi – Aemon que no soporta a los gatos ni a los perros…

- gracias - dice Ruby recibiendo la copa que él, le ha servido.

Hay silencio, Aemon parece distraído, incluso tranquilo, cosa rara en él. Ruby no sabe cómo abordar lo que quiere decir, sin darle un disgusto.

- Tu tampoco parecías muy contento aquella noche, con la noticia de Kamila y Valentine.

- Es solo un capricho más…

- te dije que traería problemas – Ruby con un tano total de: “te lo dije”

- tú me dado aún más problemas, y sin embargo sigues aquí, todavía

Ruby medio sonríe, ha sido un golpe bajo, pero sigue sin tocar el tema que realmente le importa.

- ¿hay algún cambio en la empresa que deba saber?

- no, ¿por que?

- Bueno, la vuelta de Valentine parece que ha movido un montón de cosas, no solo en el Clan, también a nivel personal y financiero. Solo no quiero que me cojas por sorpresa y desprevenida…

- ¿Qué es lo que realmente quieres preguntar, Ruby? - Aemon que se está poniendo ya de los nervios con esa pasividad agresiva de la pelirroja, que no hace mas que ir por las ramas.

Ahora es Ruby la que deja esperando a Aemon por una respuesta

- no sé porque, pero casi puedo asegurar que estas nervioso

- no me toques los huevos, Ruby

Ella ríe, es que no puede evitar hacer sacarle de quicio de vez en cuando, al menos en eso ella tiene “poder”

Se arrima a él, buscando afecto romántico, que sabe no va a recibir al menos que ella lo busque.

- ¿Has pensado alguna vez en convertirme? – lo termina soltando sin mas rodeos.

Aemon casi escupe lo que bebe:

- ¿te has vuelto loca!?

- no, solo tengo curiosidad si lo has pensado alguna vez

- por supuesto que no - Aemon tajante, lo que le faltaba.

- y ahora, si te lo pido… ¿lo pensarías?

- por los clavos de cristo, Ruby...

- creo es una pregunta muy normal. No sé por qué te alteras tanto

- he tenido solo un chiquillo y me ha jodido media existencia, solo por complacerle un maldito capricho. No pienso repetir ese error jamás

- ¿por qué nunca hablas de Lilith?... también es tu vástago... no?

Aemon va decir algo, pero no lo suelta. Es como si rectificara lo que iba a decir:

- Lilith no ha sido más que otro capricho – termina por decir - un maldito capricho de Caleb, para poder alimentarse.

- Entonces que seré tu ghoul toda la vida... oh... claro - Ruby que parece ahora cae en cuenta y lo dice en plan ironía, aunque es en serio - si me conviertes te quedas sin comer. Voy a tener que buscar otra candidata, a ver si así te animas por fin.

- déjate de pendejadas, lo digo enserio. No pienso convertirte Ruby, pide lo que te dé la gana, pero eso, no.

Ruby no hace más que desanimarse, una vez mas Aemon parece le rompe sus ilusiones. Aunque sabe perfectamente como tener su pequeña venganza:

- Pues en se casó, si ya me dices que puedo pedir lo que sea. Quiero casarme. quiero un maldito anillo que me tape toda la mano y una boda, formal, intima, pero una boda que deje claro a todo el mundo que soy oficialmente la esposa de Aemon Batori.

Aemon lleva las pupilas al cuello:

- un maldito demonio... eso es lo que eres – Aun sigue creyendo que Ruby será la que va terminar con su existencia, no la guerra y la Yihad, entre los Antediluvianos. Ya te las arreglaste para usar mi apellido, y soltarlo cada vez que puedes ¿Qué más necesitas?

- Una boda, formal y romántica. Has dicho que pida lo que quiera, pues eso quiero. Quiero un anillo de compromiso con rubíes y un diamante inmenso en mi mano, quiero vestirme de novia una vez más, y quiero que quede escrito en todo lado que soy tu mujer. ¿Puedes imagínalo?, se vería hermoso mi inmenso anillo junto a la alianza de matrimonio… eterno!!

Aemon sabe que le está vacilando, a matado a muchos solo con atreverse a pensarlo, pero con Ruby es diferente. No puede negar que le divierte, incluso.

- Dos maridos y aun tienes ganas de joder con otro?

- no seas rancio, Aemon. Hasta tú te has casado varias veces

- Y ya sabes cómo han terminado todas...

- La diferencia es que a mí puedes matarme, sino como vas alimentarte. Es mejor que un seguro de vida. Me sale bien el negocio de ser tu esposa.

- Algún día vas agotar mi paciencia, Ghoul insolente…

Ruby ríe... esta vez ha sido ella la que lo ha picado a él. Aun cuando sabe que Aemon, no miente en su amenaza.

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CAPITULO 36