IRINNA GIOVANNI

CAPITULO 36

Han pasado unos dos meses, desde la noche de fin de año.

Ankar no ha vuelto acercarse al hospital desde aquella vez. Lo evita, y ha decidido no involucrarse, al menos de manera directa. Prefiere estar alejado. Aunque, por supuesto, sigue estando enterado de todo, con respecto al informe médico de Vixen.

Lo último sobre su estado de salud, es que la han operado, han logrado quitarle los coágulos. Pero sigue estando enchufada a las maquinas, en coma.

Los médicos, no tienen respuestas de lo que puede estar ocurriendo, en teoría, está totalmente sana. No había explicación lógica ni científica, para que siguiera sin despertar. Solo pedían esperar.

Ankar, recordaba lo que le había dicho Emily aquella vez, en ese ridículo intento por curarla: "no es físico, es su espíritu. No quiere regresar".

Vixen no necesitaba ser “curada”, se supone ya lo estaba. Lo que necesitaba era un nigromante, los únicos capaces de entender y dominar a un espíritu. Y la única que estaba en la ciudad, y que podía decirse, confiaba en que pudiera hacerlo, sobre todo con discreción. Era Irinna Giovanni. Cuando la conoció apenas era una Ghoul, preparándose para ser elegida por el Clan de los Nigromantes, los Giovanni. Ahora parece había pasado la prueba, había sido convertida, y estaba en la ciudad, a saber, exactamente qué.

Era hora de llamarla, y por fin contactar con ella. Después de todo, Irinna llevaba tiempo, pidiendo una cita con el Príncipe de la ciudad para presentarse.

Ankar escucho desde lejos, sus pesados y característicos pasos con sus Stilettos imposibles, era su sello para anunciar su entrada, si no era suficiente su tamaño. Era una giganta, media unos dos metros de altura como mínimo. Pero no había que dejarse engañar, solo era una tapadera de ventaja para aquellos que la subestimaban. A Irinna le encantaba las entradas triunfales, esas que todos debían voltear a verle, pero cuando quería ser sigilosa, lo era.

- buono, buono, buono... che notte meravigliosa.

Ankar sigue fumando su cigarrillo, por más que le costara reconocerlo, pedirle ayuda a un Giovanni, una vez mas no le hacia ni pizca de gracia.

- Por fin el Príncipe se ha dignado a concederme una cita. ¿A qué se debe tan magnifica velada?

- ya era hora que nos viéramos las caras, después de todo estas en mi ciudad.

- No porque yo no quisiera. Supongo, que, siguiendo la costumbre de nuestras veladas, es solo para pedirme algo. Que puede tener esta humilde turista, que sea de utilidad para un el Príncipe Tremere de San Myshuno.

- humilde... – otra calada a su cigarrillo - las exageraciones siguen siendo tu fuerte. No has cambiado nada Irinna, te ha sentado bien el Abrazo. Debes estar feliz, has conseguido tu trofeo después de aguantar tanta mierda de esos lunáticos obsesionados con la Muerte.

Irinna ríe, satisfecha, como si degustara un caramelo:

- tu, por el contrario, para ser un vampiro casi Milenario, estas acabado. Mírate, casi no te reconozco, Amore mio. Que hay de aquel hombre que era el deseo carnal de todas.

Ankar no responde, lo que menos quiere es ponerse a socializar, hablando de él. Jamás le ha gustado.

- llevo días esperando que me respondas, Ankar – Irinna que le conoce, y sabe que el rodeo meloso no va con el - y eso que lo único que quería de ti, era simplemente que me reunieras con Fernando Ronsom, para hablar de negocios.

- sí solo querías hablar con Fernando, solo tenías que pasarte por el Eliseo. Básicamente vive ahí.

- Primero me lleva el diablo, antes de pisar un sitio como ese Antro. Hasta aquí llega el olor de perdición barata, que desprende ese lugar.

- ¿Qué negocios quieres con Fernando?, si se puede preguntar

- Entretenimiento, tengo un Show Burlesque, y me encantaría poder hacer una pequeña parada por aquí.

- ¿Has dejado tu antigua profesión?

- No del todo, tu más que nadie sabes que ni la muerte me libera de eso. La diferencia es que ahora es un hobby... uno muy caro, por cierto. Como entenderás, ya no tengo las mismas necesidades que antes y mis prioridades son otras. Por fin puedo dedicarme a divertirme… a vivir!!... es increíble que haya tenido que morir, para sentirme viva. Anda, se un caballero y enciende le el cigarro a una dama...

Ankar, suspira. Si que no ha cambiado nada la muy hija de puta. Si antes como Ghoul era insoportable, ahora no se quiere ni imaginar siendo una Vampiresa.

- ¿Tú y tu "hermana" van a seguir escondiendo porque dos Giovanni se han venido a San Myshuno?

- Turismo!!... - Irinna giñando el ojo, mientras sale humo de su boca.

- y una polla… - Ankar que por supuesto no se le cree.

- Vaya manera de hablar con una chica, todo un encanto. Deborah, sus asuntos tendrá, ha estado haciendo sus negocios, como le has permitido, y le ha ido bien. Yo, solo quiero traer mi Show Burlesque y seguir mi gira. Como ves, solo son negocios.

Ankar la mira en silencio, sigue esperando su respuesta. La que de verdad le interesa.

Ella se pone seria:

- tu más que nadie sabes, que algo está a punto de estallar, Ankar. Y San Myshuno es el hervidero de todo. No es un secreto para nadie, incluso en fronteras lejanas, que el Sabbat están corriendo como hormigas, para ubicarse en una de los mayores Principados que hay. La gran ciudad. En otros tiempos no sería nada raro, esa escoria no para de moverse, pero ahora, una antigua profecía parece está cobrando vida y que además ya deambula por ahí.

- Ahora resulta que a los Giovanni les interesa las profecías, y los asuntos de la Camarilla, y todo ese cuento de la Gehena, el apocalipsis.

- Claro que nos interesa, si el mundo se va ir a la mierda, queremos estar preparados. Esa guerrilla que tiene la Camarilla y el Sabbat, por ver quien la tiene más grande, es algo que dejo de importarnos hace mucho. Por suerte, nosotros no tememos el despertar de nuestro fundador, nuestro Zio Auge, Nos ayuda, y nos protege. Nosotros, La famiglia Giovanni, estamos solos, hacemos lo propia para cuidarlo a él también. Si todo esto, significa que el mundo se acerca a su final, por supuesto que nos importa.

- así que solo negocios… - dice Ankar, casi a burla, después de escuchar la respuesta que quería de Irinna. Tampoco es que pudiera negarle, que tuviera razón.

- por supuesto, porque más va ser – Irinna, que vuelve a sonreír - En todo caso, estoy segura de que no me habrás llamado con tanta urgencia solo para preguntarme sobre la mi famiglia.

- necesito tu ayuda...

- oooh... una vez más, problemas con il cuore. Pensé que después de tu asunto con Florence, no tendrías más ganas de repetir la experiencia. Te recuerdo, que hice todo lo que podía hacer. No hay nada mas para ayudarla.

- esto es otra cosa, más sencillo...

- Amore mio, a quien engañas?... con Orianna nada es sencillo. ¿Que, a todas estas, no entiendo que haces todavía ahí? Hace rato ese lazo se quebró, podrías hacer ahora mismo lo que te diera la gana con ella, ¿qué es lo que te lo impide?

- No preguntes por lo que sabes, no deberías ni siquiera mencionar, Irinna. Recuerda donde estas y con quien estás hablando. Ese problema es mío... y de nadie más. Lo único que tienes que necesito que veas a alguien y lo traigas.

Irinna sonríe, aun cuando sabe que las amenazas de Ankar no se deben tomar a la ligera, no puede evitar soltarlo:

- a la niña que le rompiste el cerebro en un impresionante derroche de poder? supongo... Siempre te han encantado los corderitos salvajes,

Ankar, podría enojarse. Pero no lo hace, sabe que es verdad. Acaba de darse cuenta que Irinna es de las personas que mas le conoce.

- tenía que hacerlo…

- por supuesto, un mortal desobedeciendo al Príncipe, prácticamente en su casa y delante de todos sus súbditos. Yo le habría hecho cosas peores, si hubiese sido en la mía.

- No podía caer en manos de Orianna… - Ankar obviando el comentario de Irinna.

- Contigo, la povera ragazza ha tenido más suerte – Ella se ríe con un tono de ironía, aunque no para burlarse

– Ahora, lo que no se – Sigue ella - es que tengo que ver yo aquí, hasta donde yo sé está viva. Busca un Curandero. O es que ha decidido cruzar la línea del mas allá, definitivamente. Si es así, no poda volver más que como un zombi

- sigue viva… está sana, pero no despierta.

- sigo sin entender...

- solo quiero que la veas, me han dicho que no despierta, es por que no quiere volver.

- Y como culparla, Ankar. Le has roto il cuore

Ankar, siente una punzada de culpa una vez más. Como si no fuese suficiente con lo que ya carga encima:

- podrías verla, si o no?

- lo hare. Después de todo quien le dice no al Príncipe.

- bien… es todo…

Ankar está dispuesto a marcharse, pero Irinna no lo deja ir tan fácil:

- Che culo!... invítame a una copa. Sigues siendo un gitanillo, patán, sin modales.

Ankar maldice en silencio.

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- sigo sin entender, que hacemos aquí, Irinna – Deborah que acompaño a Irinna, mas por el chisme que por otra cosa.

- hmmm... tienen cierto parecido a Florence, no te parece?

- Es una niña. Le falta mucho para llegar si quiera a parecerse a Florence.

- que poder hacer contigo, dolce bambina

- ¿le debes algo Ankar?, solo por preguntar. A Ver si es una deuda pendiente sin mas.

- no...

- Entonces?

- por soy una maldita desquiciada por estas historias de amor trágicas.

Deborah que no puede con el romanticismo de su “Hermana”

- Como sea, te dejo con tu juguetito. Me largo.

- pórtate bien... – Irinna sin hacerle mucho caso.

- hmmmm... – sigue evaluando a Vixen de cerca, es Guapísima, no hay duda del buen gusto que tiene el Brujo.

Le sigue pareciendo un montón a Florence, tanto que hasta recuerdo le trae.

*un cantico incompresible casi inaudible*

Y delante de Irinna aparece un espíritu, obedeciendo las ordenes de la Nigromante.

- ve, búscala. no vuelvas ante mí hasta que no lo hagas.

Y El espíritu se marcha, desapareciendo, cumpliendo la orden de su ama

- a ver que tanto está dispuesto a ofrecer Ankar por ti, ragazzina.

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Han pasado unas semanas. Irinna está ocupada en lo suyo con su nueva mascota. La está pasando bastante bien, esos días.

Hasta que recibe por fin, después de tanto tiempo, la visita que esperaba. Ya casi lo daba por perdido.

- bien... si has venido es porque la has encontrado. ¿Dónde está?

El espíritu se acerca y se comunica con su ama, mostrando la imagen de Vixen.

- que!?... ¿totalmente seguro?

El espíritu asiente, seguro.

Irinna lo piensa, esta confundida. Como puede estar tan lejos de su cuerpo, sino esta muerta.

- retírate - ordena la Giovanni, y el espíritu obedece, descansando por fin.

Esto se complicando más de lo esperado, se supone que era un trabajillo sencillo.

- ni se te ocurra moverte... aún no hemos terminado

El otro, ni se atreve hablar. Esperara tranquilo, hasta que ella vuelva.

- Deby....

- ¿Qué pasa?

- necesito que me digas como llamo a alguien que aún no está en el reino de los muertos.

- pues por teléfono...

Irinna no ríe, ha caído en cuenta que su pregunta ha sido bastante obvia. Pero, no está de humor para bromas.

- Irinna, tesoro, te he dicho desde el principio que esto no tiene nada provechoso.

- Lo tiene Deborah, es un maldito favor para Ankar. Solo dime como lo hago, y ya está.

- no puedes llamarle... aún está vivo, debe ir hasta él.

- Merda!!....

Deborah la ve con ternura.

- Deja eso ya Irinna. ¿por qué te interesa tanto esta tontería?

- todo lo que haga tener a Ankar cogido de las pelotas, es de interés.

- pues te toca ir personalmente a buscar el espíritu de esa chica. ¿Tan lejos esta?

- Bastante… estaré fuera una larga temporada.

- Ten cuidado Irinna, No creo que sea tan fácil atrapar a Ankar, pero en fin... tú lo conoces mejor que yo

- tengo todo controlado, tu tranquila. Esto vale la pena.

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La noche siguiente....

Ahí estaba Ankar. De nuevo en casa de unas Giovanni, acudiendo al llamado de Irinna.

- mía cara... benvenuta a casa mia!!! – Irinna que, como Anfitriona de fiestas, era experta - ¿una copilla?

- no.… esto va ser rápido – Ankar que los ánimos, van totalmente apuesto a los de la dueña de la casa.

- no seas idiota.... jamás, mientras este yo invite a alguien a la casa mia, faltara un buen vino. Toma, Prometo no atarte - Irinna sonríe pícaramente

Ankar ve al hombrecillo, la mascota, en el salón. Con las palabras de Irinna hasta el mismo se ha puesto un poco cachondo. Pero esta ahí, por negocios.

Coge la copa, mas por quedar bien que por otra cosa.

- ya deberías saberlo, Para nosotros los Giovanni, las reuniones de negocios, son motivo de celebración. No puede faltar el licor…

- ni las orgias…

- Pueden llamarnos de todo, menos aburridos!! - Irinna ríe al mismo tiempo que brinda y ambos dan un sorbo de sus copas.

- aquí somos refinados, esto no es feria regateando al mejor precio... salute!!

- Aun no veo resultados Irinna, Vixen sigue postrada en un hospital sin dar signos de querer despertar – Ankar directo a lo que vino.

- Con calma.... no hay por qué correr, la noche es joven. Ven siéntate conmigo

- La chica se ha ido más lejos de lo que crees. Supongo que ha querido refugiarse en el lugar que ha sentido más seguro…

- que es...?

Irinna sonríe:

- aquí es donde hay que discutir lo que quiero a cambio, de tal favor. Esto se está complicando querido, y entenderás que ahora mi precio para ayudarte será aun mayor que antes.

Ankar escucha, obviamente no le sorprende. A pesar de estos italianos dicen que no regatean, es una de las practicas que mas hacen.

- todo de pende de ti, Ankar. Yo moveré ficha solo si aceptas mis condiciones. Una a una.

- La verdad Irinna - Ankar se enciende un cigarrillo - es que esto solo DEPENDE de ti. Lo tomas o lo dejas.

- Yo no estoy interesada en el bienestar de esta niña Ankar.

Ankar sigue en silencio, tranquilo.

- Lo harás, lo harás porque es la única condición que debes cumplir para poder estar en mis dominios. Y cuando este hecho, a cambio... por agradecimiento, te doy información, nada más y nada menos que de una Lamia.

- no seas ridículo, Hace años que todas desaparecieron – Irinna que ya no lleva ese mood fiestero de hace unos segundos.

- ¿seguro? Ni el mismísimo, Augusto Giovanni, el Zio Auge, puede asegurar haber erradicado a todos los Cappadocio, mucho menos a sus aliadas. Esta Lamia, se retiró hace mucho de esas líneas para servir a las del Sabbat. Una oveja negra. Ahora está en San Myshuno, levantando muchas ampollas.

Ahora es Irinna la que escucha en silencio

Ankar sigue, mientras sigue fumando su cigarrillo.

- No puedes decirme que no es tentador, Irinna. Imagínalo, la más pequeña de los Giovanni regresa a casa con una Lamia casi milenaria, y que además... - hace una pausa dramática - pertenece a los Baharí, si es que no es una de los Lideres.

Irinna sigue en silencio, ya ni bebe de su copa.

- dijiste que venían por información sobre lo que ocurría, que mejor manera que tener en tus manos no solo a una adoradora de Lilith, sino a una de sus hijas. No puedes negarme que lo que estoy dando es mucho más vale machismo, como para tomarte las molestias de "despertar" a una cría

- Sei uno stronzo!! – Suelta por fin Irinna por lo bajo, por supuesto, de verdad como pensó que judería a Ankar.

- has dicho…gilipolla? ¿por qué soy gilipolla, exactamente?

- sabias todo esto desde el principio, y fuiste incapaz de ser sincero conmigo, poner las cartas desde el principio

- Irinna, son negocios, de verdad te crees que iba a pedirte algo sin tener algo a mí favor?... Eso si que es un insulto.

- que rápido se te paso el "lo que sea porque este de nuevo a salvo"

Ankar no responde a eso. Es dar más información de la que debe.

- Dime algo, Ankar, ¿qué te ha hecho esta... Lamia, para querer sacártela del medio?

- a mi nada... Pero ha tocado las pelotas a quien no debe. Tarde o temprano querrán su cabeza, mejor te apresuras. Esto, es información que solo te paso a ti, confidencialmente. Un favor por un favor. Si llegaran a darme la orden, no podré hacer nada para que te la lleves.

- que, si no me interesa?.

- Entonces, te vas de mi ciudad. Es un pedido directo del Príncipe… o sea yo, negarte, es básicamente insultarme. Así que lo tomas… o te vas.

- vaffanculo!... Non voglio più parlare con te... - Irinna cabreada

- y luego soy yo el que no tiene modales, ya te digo. Yo pensé que íbamos a jugar esta noche – Dice viendo al pobre arrodillado, que no se ha movido ni un segundo - En fin, si cambias de opinión... solo dímelo. Vixen despierta y yo te doy un nombre.

- Fuera!! – Repite Irinna

Ankar apaga su cigarro y se va... contento. Tiene todo lo que necesita.

Irinna, sin querer decirle nada, le dijo todo. Sabía dónde estaba Vixen, si algo había hecho bien, era escucharla, aunque no parecía.

Sabiendo eso, podía pedírselo a cualquier otro, pero esto debía hacerlo Irinna. Mataría dos pájaros de un solo tiro. No solo traería a Vixen de vuelta, sino que, además, se quitaría del medio a un grano en el culo, sin hacer absolutamente nada. Y con suerte, las Giovanni se irían de su ciudad, felices y contentas.

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CAPITULO 37