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LO PROMETISTE



CAPITULO XXVII






Era un martes cualquiera, Mikie había acudido a su cita, con la productora, en una de sus oficinas principales Naoko la había traído, habían salido muy temprano, en la mañana, el viaje hasta el downtown de la ciudad, era bastante lejos de casa.

Mientras Naoko esperaba afuera (comiendo como siempre) Mikie estaba ya con su futuro nuevo equipo de trabajo Mikie, Megumi y Naoko habían investigado bien, muchos detalles, antes de la reunión.



Megumi y Mike se encargaron de buscar información del tal profesor Oco Rojo, era un señor majete, arqueólogo, con una lista enorme de publicaciones y además no era el primer programa en el que se involucraba como experto. Y luego estaban: Dolores y la productora AxionSims.


Naoko trabajaba como doble de riegos, en películas y series, conocía bien el ambiente, la productora AxionSims, era nueva, pero iba ganando bastante terreno gracias a su nueva programación. Además, Dolores, era conocida por tener buena fama, los programas, a su cargo, tenían buena reputación y esta era la primera vez que iba sola como Jefe Ejecutivo.


Luego estaba, el que sería el Director de Cámaras y el Jefe de Sonido. Mikie estaba nerviosa, no por tener que realizar un programa y hacerle frente a las cámaras, sino por ser primera vez que trabajaba con un equipo entero de profesionales, ella grababa, editaba, y producía sus propios videos. Esto era demasiado PRO para ella (al menos, eso pensaba.) A pesar de todo se sentía cómoda, todos tenían un buen rollo y además ya le decían que sería un equipo pequeño. La idea era explorar la Selvadorada, el Profesor Rojo tenía ciertos lugares marcados, por su interés científico, y para mostrar un poco las aventuras que brindaba la selva. Siguiendo los consejos de sus amigos y cómplices trato el tema del Seguro y la Paga, y, por supuesto, dejo en claro que tenía una hija la cual quería intentar llevar con ella.

A Dolores no le agrado nada la idea de llevar a una niña. Oco entendía que, al ser madre soltera, quisiera llevarla. Con mucha calma le explicaron que llevar a una niña era peligroso, si fuese solo un paseíto, y montarse en una posada, no veían problema, pero ellos iban a acampar afuera, en el corazón de la selva y meterse, justo, por los lugares que pocos conocían.

Mientras, Dolores le explicó que el presupuesto, estaba medido para el equipo, y llevar a una niña traería gastos por necesitar, de alguien mas, para que se hiciera cargo. Y si aún seguía con la locura de querer llevar a su hija eso correría por los gastos personales de Mikie además del pago del seguro de la niña.


Habían pasado horas, en las que se discutieron cada una de las cláusula del contrato. Naoko, que odiaba estar encerrado, y quieto, estaba que trepaba al techo. No veía la hora de comer (bien) y coger su motocicleta para echar andar….


Ya todos habiendo acordado, sus puntos e intereses, solo quedaban unas cuantas cosas que corregir, y no quedaba más que redactar y luego firmar contrato.


Ya por fin, afuera, Mikie le explicaba todo a Naoko, necesitaba su consejo y sobre todo necesitaba su ayuda. Ya había estado de viajes varias veces pero ninguno pasaba de una semana, como mucho, este proyecto requería de unos 4 meses fuera… y Pinkie, tanto tiempo, no podía estar sola.


Antes de echarse andar de nuevo por la carretera había que hacer una parada obligatoria… había que comer.



Mikie, no paraba de hablar, estaba emocionada… el sueño de toda su vida y además ella seria la "host" de su propio programa. No dejaba de pensar en todas las posibilidades que esto le abriría profesionalmente… saliera bien, o mal, con esto podría asentarse como una verdadera "blogger de viajes", la cantidad de patrocinadores que conseguiría, después de esto, la podrían mantener sin preocupaciones.



Naoko solo la observaba, Megumi tenía razón, era como ver a Pinkie, pero en adulto, y por supuesto sabía que Mikie ya tenía una decisión tomada incluso antes de esta reunión.

Podía parecer que Mikie actuaba de manera egoísta pero, de verdad, ella lo único que deseaba era reunir suficiente dinero y fama para marcharse, muy lejos, con su hija a algún sitio donde no fueran juzgadas ninguna de las dos. Mikie la pasó (y continuaba) pasándola mal con todos los tradicionalistas hablando, de ella, y ahora no paraban de hablar de su hija… eso era algo que no lo iba a permitir.


Y claro, le pidió el favor a Naoko, si podía quedarse con Mikie. No quería pedírselo a Megumi porque ella estaba pasando una crisis matrimonial, aunque sabía que igual se haría cargo de Pinkie.


Naoko no tenía problemas, él, también estaba pendiente de la niña cuando Mikie salía de viaje, así que le dijo no tener ningún problema en hacerse cargo. Ya con todo arreglado, y con una decisión, más que tomada, ahora quedaba lo más importante de todo… hablar con Pinkie. Así que ya, con el estómago lleno y los morreos de turno, era hora de regresar.


 

Ya en casa, al día siguiente, ambas, se van al lago, cerca de casa, a pasar la tarde, como de costumbre, ambas, la pasan de maravilla… chistes, chismes, cotorreo, payasadas, una tarde perfecta para Pinkie.

Ya, a la hora de comer, la cosa cambia un poco. Mikie no encuentra como contarle sobre el nuevo proyecto y que estará cuatro (4) meses, fuera de casa. aun habiéndole prometido, estar un año entero con ella.



Mikie comienza a explicarle, de la manera más entusiasta que puede. Al fin y al cabo… cómo le había dicho Megumi, Pinkie la admiraba y ambas se apoyaban en todo, esta no podía ser la excepción. Además, su hija sabía que, Selvadorada, era su sueño de oro desde niña.


- Entonces… quiere decir que te vuelves a ir? - Para sorpresa, a Pinkie, no le gustó para nada la noticia



- Hija, sé que esto es difícil, para mí lo es aún más, he querido y solicitado, meterte en el equipo, pedí que me dejaran llevarte, pero no lo permiten, tendría que costear los gastos y yo, ahora mismo, no puedo pagarlos. Ya, para el próximo proyecto, podré negociar, con más autoridad, el que estés conmigo y si de nuevo, no lo permiten, pues ya lo pagaré yo. - Pero igual te vas, aun cuando me lo prometiste….



A Mikie se le arruga el corazón, en ningún momento se imaginó que su hija se pondría tan triste con la noticia. - Pinkie, hemos hablado mucho de esto, sabes que mi única razón es, conseguir el dinero y mudarnos a, un sitio mejor, un lugar nuevo para las dos… - Pero qué más da que este aquí, o en un lugar nuevo, si igual te vas a ir y me dejarás sola!! - responde Pinkie enojada y dolida - tu eres, la que se quiere ir, a mí me gusta este lugar, tengo mis amigos que al menos me acompañan, cuando tu no estas, en otro lugar no conoceré a nadie y voy a estar peor.


Mikie no había pensado eso, ella estaba tan con la idea, de odiar ese lugar, que no entendía que a Pinkie, si le gustaba estar ahí. - Yo no quiero irme, a ningún lado… y menos cuando me prometiste, con el meñique, que no te irías, que te quedarías aquí conmigo…


- Pinkie si esto sale bien, o mal, da igual, podrás venir conmigo a donde quieras, juntas podremos hacer estos videos y viajes… eso es lo que me decías que siempre querías hacer!!… solo imagínalo… un pequeño sacrificio y podremos hacer lo que queramos. - No quiero ir a ningún lado… y menos con una mentirosa que no cumple promesas. Me quiero quedar aquí - termina Pinkie, muy enfadada, y se levanta para irse a casa.


Mikie la sigue, con el corazón roto,… que se supone que tiene que hacer?, que es lo correcto?

“Qué difícil es hablar y razonar con los niños” pensaba.




 


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