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Nina Canela

DONDE ESTAN TODOS



CAPITULO IX

Mientras tanto, en la noche tranquila, alguien está a punto de darse un banquete…


 

Muy temprano en la mañana, Cobain se levanta de un salto de la cama, como siempre y como ya era costumbre en él, comienza su pequeña rutina de ejercicios. Su padre le ha dicho que tiene que estar muy fuerte para empezar su entrenamiento vampírico, y Cobain se lo ha tomado muy en serio. Con Cobain es todo o nada.


Se siente de maravilla, incluso se le ha ocurrido una idea que cree, le levantara el ánimo a su madre. Además, quiere ir a esquiar. El día no le alcanza para todo lo que quiere hacer


Baja a desayunar, y a penas entra en la cocina, ve algo que no le cuadra. Estaba vacía, de hecho, la casa parecía totalmente vacía.

Era la primera vez en la vida de Cobain, que su padre no estaba ahí preparando el desayuno para él; y tanto silencio con unos padres que apenas dormían, no era normal tampoco. Había algo extraño, lo sentía

Pensó que tal vez sus padres habían salido, pero siempre que salían por alguna emergencia, SIEMPRE le avisaban, y sobre todo, Caleb que le dejaba comida y una lista enorme de deberes para hacer y mil números de teléfonos para contactar por si necesitaba algo. Como era posible que se hubieran ido sin él, no era lógico.

Empezó a llamar y a buscarlos, seguro le estaban gastando una bromas, ¿seria este su primer entrenamiento?. El llamaba y nadie respondía… - que cosa más rara. PAPAAAAAAA…. MAMAAAAAAAAAAA…….

Cobain no quería aceptarlo pero se estaba poniendo muy nervioso con tanto silencio, ¿será que ha pasado algo malo? ¿Qué voy hacer yo solo aquí? - Paaaapaaaaaaaaaaaaaaaaa ….. - Maaaamaaaaaaaaaaaaaaaaaa


Al llegar al cuarto de sus padres, se lo encuentra tirado en el suelo, al parecer… durmiendo.

“¿Pero que hace papa durmiendo y porque esta en el piso?” - Si todo era raro, ver a Caleb dormir, le parecía, mucho más raro, su padre no solía dormir. “Y a todas estas… donde esta mi mamá?”


Cobain se sienta, en el suelo, e intento despertar a Caleb, le costó un buen rato, En este caso, era inútil comprobar si respiraba, era un vampiro, un no-muerto, ni estando despierto lo hacia. Muy al rato, Caleb por fin reacciona y despierta de un salto. Esta desorientado y se siente muy débil, todas sus reservas habían sido vaciadas. Ver a Cobain ahí sentado apunto de llorar lo hace espabilar y recordar lo sucedido.


Cobain por su parte se alivia muchísimo de verle despierto, ya su cabecita inocente comenzaba a jugarle malas historias. - Papá, ¿Qué ha pasado? ¿Te has desmayado? ¿Dónde está mamá?


Caleb le cuenta a medias lo sucedido, le dice que, es muy posible que su madre esté en peligro… o mejor dicho, que todo Sembamachi esté en peligro, por ella. - Y lo peor de todo, es que ha sido mi culpa…. - termina de decir Caleb, más para el. Cobain se preocupa mucho, esto era justo lo que le había contado su padre, el día que fueron de paseo a la montaña - ¿La bestia se apodero de mi mamá? - pregunta asustado.



Caleb corre a darle un abrazo, sobre todo, porque acaba de darse cuenta que, está a salvo. Leona pudo haberle hecho daño o algo muchísimo peor.

- Voy a buscarla, hijo. Escúchame bien necesito que te quedes en casa, con el teléfono en mano, porque si viene, es muy importante que te escondas, te encierres en una habitación y me llames de inmediato. Por nada del mundo dejes que se te acerque hasta que yo no vuelva. Aunque ella te lo pida… me entiendes?

Cobain asiente:


- Recuérdalo, por favor, si la ves, escóndete y me llamas - vuelve a repetir con mucho énfasis. Cobain vuelve asentir con la cabeza, bastante triste, no quería que le ocurriera nada malo a nadie, muchos menos a su madre.



Caleb baja dispuesto a salir disparado por la puerta; un mareo le recuerda que debe alimentarse primero, solo bajar corriendo las escaleras como una persona normal, le ha costó un motón. Esta demasiado débil.

Necesitaba nueva vitae. Podía salir y chupar unos cuantos cuellos, iba en contra de todo lo que él creía, pero la situación de emergencia lo ameritaba, aun así, sopeso, porque no iba a ser suficiente para llenar de nuevo todas sus reservas y estar fuerte para aguantar la luz del sol.


Necesitaba sangre buena, sangre de un vampiro para recuperarse aun mas rápido, aun cuando no era recomendado. Pensó en Fernando, ahí mismo también se dio cuenta que no sería buena idea, ya solo con contarle a Fernando el drama, se preocuparía muchísimo por Leona, y conociéndole entraría en una crisis emocional, y ya Caleb tenía bastante problemas con una vampiresa perdida sin control para encima tener que tratar de calmar, a otro, de un posible ataque de pánico.

Lo pensó un rato... pero claro, como no se le ocurrió antes!, Coge su teléfono y hace la llamada.

- Necesito que vengas ya, por favor… es urgente, luego te explico, pero te necesito de inmediato.

"Ok, tranquilo, dame una ubicación y aparezco por allá"




 

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