CAPITULO 3
Ruby lleva ya unos días un poco depre, y estar sola en casa no le ayuda.
Además, no deja de pensar en el encuentro que tuvo a lugar aquella noche en aquel Pub
Esta aburrida, toda su vida fue una mujer activa, que no paraba de trabajar, tuvo dos compañeros de vida, a los que echa mucho de menos, y ahora estaba sola en casa.
Por eso pasaba tanto tiempo en San Myshuno, le hacía mucha ilusión pasar tiempo con su nieta, y por supuesto, con su hijo. Antes poco pudo estar con el por culpa del trabajo, ahora aprovechaba el tiempo perdido.
Al menos así dejaba de pensar en las arrugas que parecían marcarse más en su cara y su cuerpo y cada vez le gustaba menos. Por un momento se acordó de su padre y de la larga vida que tuvo, estaría aburrido de la vejez?
Siempre intentaba alejar esos pensamientos de su cabeza, era como llamar a la parca y estando sola en casa, era algo que no quería siquiera imaginar
Pensaba que tal vez podría ocupar su tiempo en un trabajo a medio tiempo, algo independiente que pudiera distraerla mientras no estaba con su nieta. Así no se aburriría sola en casa.
Lo que no sabe Ruby... es que sola no ha estado.
Y no ha sido solo esa noche...
Ya bien tarde esa noche, mientras Ruby dormía, Aemon no aguanto y entro a la casa... cada vez estaba más obsesionado
Se tomo su tiempo observando y oliendo cada detalle la casa. Vio las fotos familiares, reconoció algunos rostros, Ruby gastaba tiempo con ellos en la ciudad. Supo lo cercano e importante que eran para ella.
Subió las escaleras...
Ruby no era capaz de enterarse de nada... era imposible que lo notara
Ese olor le mataba.... quería probar su sangre... un sorbito tal vez...
Solo un sorbito...
Escuchaba su vena latir... podía verla
un sorbito, estaba así de cerca...
"NO!!... muy fácil!!"
Se levanta y desaparece de inmediato
Ruby ni se entera....
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