CAPITULO 11
Casi un año había pasado, Ruby seguía encerrada negándose a beber la sangre de Aemon. El ambiente en casa estaba algo caldeadito. Lilith cada vez estaba mas irritada porque Ruby no terminaba de entender lo que tenia que hacer, estaba a un paso hacerla dormir y hacerle tragar a la fuerza la maldita sangre, pero Aemon se negaba... ya habían discutido por eso mas de una vez.
Aunque Ruby no tomaba sangre, Aemon si venia de vez en cuando a buscar su comida, al principio era a la fuerza, ya luego a ella le dejo de importar, total igual la bebería. Al menos Aemon intentaba hacerla "soñar" para que el beso del vampiro no doliera. El problema es que la estaba matando lentamente.
Ruby estaba demacrada, se estaba marchitando poco a poco, estaba muy delgada, su piel cada vez caía mas, las ojeras ya eran dos manchas negras en su cara, sus uñas comenzaban a caerse, era como si su cuerpo estuviese pudriéndose. Y ni hablar de sus ánimos, parecía que había perdido la ganas de vivir pero al mismo tiempo le deba terror dejar de existir, no estaba lista.
No se reconocía en el espejo, esa no era ella... ¡¡la odiaba!!
Aemon aparecía de vez en cuando por las noches, muchas veces ella ni se enteraba, pasaba las noches ahí practicando el que se había convertido en su pasatiempo favorito, vigilarla.
El se daba cuenta que cada vez estaba en peor salud, por eso estaba evitando morderla tan seguido los últimos meses. Lilith se encargaba de cuidarla pero no era suficiente. El jueguito a Aemon le divertía, tenia paciencia, tenia casi dos siglos de no-vida, paciencia era lo que mas le sobraba, pero todo tenia un limite.
Una cosa tenia claro, no iba a dejarla morir... JAMAS!!
Ruby despierta y al verle ahí sentado en la habitación, se asusta, todavía le tenia miedo, y mas ahora, si estaba ahí era porque venia alimentarse.
- hoy no.... - le dice para tranquilizarla
Funciona, Ruby se relaja un poco
- cada vez estas peor. ¿De verdad quieres seguir con este juego?
Ruby no responde, se levanta de la cama pero... ay!, que no puede ni caminar sola y va desmayándose a cada rato
Aemon Velozmente, la coge antes de que caiga, Ella se lo quita de encima: - ¡suéltame!
Lilith escucha desde el pasillo, no puede creer que aun en el estado en que esta, no termina con la payasada de una buena vez.
Aemon suspira, se acabo... se hará a su modo y la fuerza.
- esto acaba aquí, te di todo este tiempo para que lo hicieras por las buenas. Ahora jugamos mis reglas - dice cabreado.
- Oficialmente para todos tus cercanos, Ruby Berry, esta muerta. Vas quedar amarrada en una cripta bebiendo lo que yo te de a la fuerza hasta que estés totalmente a mi control.
Lilith se preocupa, le daba un poco de pena porque ella conocía perfectamente esa cripta y no era el lugar mas acogedor del mundo, y por otro lado sabia que se llevaría los platos rotos también de esa rabieta de su padre. estaba segura, podía sentir su mirada taladrar la pared
Aemon se dispone a salir de la habitación, se la lleva hoy mismo, hasta que escucho:
- lo haré... beberé de tu maldita sangre
Hay unos segundos de silencio...
- Lilith, trae el vaso - ordena Aemon.
Esta ni lo duda, se dispone a buscar ese vaso ahí mismo. Se escucha otra vez a Ruby:
- no, si voy a beber de eso será a mi manera. No quiero tomar desde una vaso. Si lo hago, vas a tener que hacerlo directamente, quiero hacerlo como lo haces tu conmigo.
Lilith ni pestañeaba, él se quedo ahí parado sin hacer ni decir nada unos o dos minutos como mínimo... se podía pasar una aguja por ahí y seguro algo estallaba.
Al final Aemon se acerco a la puerta de la habitación y las cierra. Esto es privado.
Afuera en el pasillo, Lilith no puede creerlo... jamás en su vida había visto a su padre alimentar a nadie directamente de el, no lo permitía a nadie, Caleb posiblemente habría sido el único, pero aun así dudaba recordarlo.
No pudo evitar sentir envidia, Ruby había logrado lo que ella parecía nunca iba a poder lograr. Cuando Caleb se fue, pensó que ella siendo su segunda "hija" ocuparía ese puesto de "afecto" paternal, pero nada cambio. Ver esto fue un golpe duro, mas duro de lo que ella quería admitir
Al final tenia que estar atenta con Ruby, no era vampiresa y dudaba mucho que fuera hacerlo en un futuro cercano, pero ya así era una competencia de cuidado en este circulo familiar.
Adentro, Ruby esta que le sale el corazón por la boca, lo va hacer, al final el vampiro se ha salido con la suya, al menos pudo saborear un poco la victoria. Lo haría a su manera.
Aemon se quito la camisa y se sentó en la cama con ella, él sabia que se había leído todos los libros de su biblioteca y entendía perfectamente que lo que quería Ruby era imitar "el Abrazo".
No la iba a convertir, ni de coña... ya tenia suficientes vástagos para toda una eternidad (dos) pero si podía complacerla. Un ghoul feliz era un platillo exquisito.
Ella estaba nerviosa, no había vuelta atrás, sabia lo que estaba vendiendo, básicamente su alma, seguía sin gustarle, pero tenia claro que no quería morir, y menos así... marchita lentamente.
Aemon hizo un pequeño corte en su muñeca, y luego le poso esta en la boca, a la fuerza, prácticamente. Era desagradable... era lo mas asqueroso que había bebido en la vida.
Sentía arcadas, quería parar pero Aemon no la dejaba, la sujetaba con demasiada fuerza. Un par de gotas era mas que suficiente, pero de alguna manera era un castigo, ya que decidió hacerlo a su manera, se aseguro que bebiera hasta explotar. Ruby empezó a creer que no había sido una buena idea después de todo
Un poco mas de un par de minutos, Ruby quedo algo atontada, seguía sintiendo asco pero al menos ya no tenia arcadas
Aemon por fin la suelta, es suficiente.
Pero el, se le ha abierto el apetito...
Ruby se deja... ya estaba loca, que mas daba.
En la mañana siguiente, Ruby se despierta de golpe, estaba sola, Igual que todas las mañanas, el ya no estaba, pensaba en lo que había ocurrido, lo recordaba casi como un sueño.
"al final me he vuelto loca de estar aquí encerrada"
Los días seguían pasando, Ruby se sentía mejor, empezaba a tener fuerza otra vez, y su cuerpo volvía a recuperar su salud.
Lilith estaba extraña, Conversaban cada vez que se encontraban en el apartamento, pero ahora era mas raro verla fuera de su habitación. Ruby supuso que su trabajo ya estaba hecho, ya no tenia porque fingir ser su amiga para seguir intentando animarla a beber la sangre de su padre.
Los días se hicieron semanas, y después de una larga temporada sin atreverse a cruzar un espejo, Ruby vuelve a plantarse al frente de uno. Lo que vio casi la hace desmayar
Casi no creía lo que había ocurrido con su cara, literal, era como brujería
Su piel volvía a estar suave y tersa, se atrevería incluso a decir que estaba mejor que en su propia juventud
Seguían faltándole unos cuantos kilos pero aun así ya se no le veían los huesos.
Antes no le gustaba mirarse al espejo porque no se reconocía y ahora casi se tiene miedo ella misma.
Después de todo era cierto lo que decían los libros, no era vampira, pero había rejuvenecido como si lo fuese, había encontrado su fuente de la juventud, pero claro no olvidemos que era anciana... lo huesitos seguían sonando de vez en cuando, de momento.
Una mañana se dio cuenta que estaba sola en casa, Lilith se había ido, entro a su habitación para comprobarlo y efectivamente, sus cosas ya no estaban, ella tampoco.
Y justo hoy, necesitaba ese teléfono mas que nunca, era el cumpleaños de su nieta. ¿Cómo es que Lilith se había ido y ella seguía ahí?
Fue a la entrada a comprobar la cerradura, haber si estaba abierta ya desde hace días y ella ahí como una tonta esperando, pero no, la puerta seguía sellada a cal y canto. Su enojo estaba creciendo. La había engañado!!
Fue a la biblioteca, era lo que siempre hacia cuando sentía ansiedad ahí en cerrada, se ponía a buscar cosas aunque ahora mismo, se podría decir que ya se había leído TODA la biblioteca, de arriba a abajo, era una experta en vampiros, de eso estaba segura. El lugar se había convertido en su refugio, al menos ahí se sentía distraída.
*snif snif*
ella no tenia un oído, ni olfato sobrenatural, pero ese olor a tabaco era inconfundible...
- ay!... ya te vas a enterar tu, Vatore!!!.. - y así toda furibunda se fue una vez mas a plantarse delante de Aemon en el salón, quien estaba tranquilo fumando su puro.
- se supone que el acuerdo siempre fue que después del rollito este, yo seria libre. Se puede saber porque sigo encerrada aquí, Señor Vatore?
Aemon no responde.
- ¿hoy es el cumpleaños de mi nieta y aun así no me vas a dejas salir!? - A ella le empieza a saltar la vena...
- lo se - termina diciendo Aemon fastidiado - lo que no entiendo es que haces perdiendo el tiempo aquí en vez de arreglarte para salir.
La cara de Ruby, cambia en un según como por arte de magia. Al fin va a poder verles a todos!!
Lloooooro! Una y otra vez, siempre que leo este capítulo 😭😭😭