CAPITULO XXXVI
Había pasado un par de días desde aquella noche en el claro del bosque, Cobain podía sentir que el ambiente estaba bastante calentito, y no precisamente por los primero vientos del verano.
Después de lo que parecía haber sido una vida entera, por fin estaba en casa, estaba feliz de estar con sus padres de nuevo, no había imaginado lo mucho que los extrañaba hasta ahora. Pero no todo era festejo, aun cuando todo seguía exactamente en su sitio, cada cuadro, cada libro; nada era igual que antes, era imposible no sentirse como extraño en esa casa.
Cobain sentía que le habían caído 50 años encima, en casi medio año. Había hablado mucho con sus padres, de todo lo ocurrido, sobre todo con Caleb, Al igual que su padre, el también podía sentir que había cambiado, lo mismo su madre. Los tres sabían perfectamente que esa utopía de una familia normal y corriente, ya no podrían vivirla jamás.
Aunque todo parecía estar en orden, nada mas lejos que eso. Por una parte, Leona, seguía enojada con el mundo, pero la noticia de un sobrino parecía haberla relajado un poco.
Luego estaba Aemon, Cobain estaba volviéndose loco a causa tanto silencio por parte su parte. El esperaba que fuese el primero en venir y chillarle y amenazarle con haber roto todas las Tradiciones, pero nada... el antiguo, no aparecía.
Había intentado comunicarse con él por teléfono, pero no le respondía, tampoco es que Aemon fuera muy a pegado a ese aparato tecnológico, pero cada vez que Cobain le llamaba, Aemon respondía, hasta ahora.
Cobain no lo entendía, estuvo todos estos meses jodiendole la vida, detrás de el diciendo lo poco que avanzaba, lo descuidado, etc, etc y ahora... nada. Simplemente, nada. ¿estaría tan decepcionado que ahora paso a importarle nada?. Esto para Cobain era una puntada enorme, en silencio, admiraba a su abuelo, era su "ejemplo a seguir". Aun con todo lo hostigado que se sentía por sus criticas constante, para el no era mas que la forma en que Aemon le mostraba que le importaba.
Estuvo apunto de llamar a Ruby, así de desesperado le tenia tanto silencio, justo cuando se lo planteaba seriamente hacerlo, su padre le dio la noticia de que tenia que asistir a la convocatoria oficial que había hecho, nada mas y nada menos que la Justicar Ventrue.
"¡ya esta me van a expulsar!... no peor... ¡me van a matar!" - fue su respuesta. No dejaba de pensar en eso, anunciarían una caza de sangre, lo encerrarían de por vida... o mejor, como dijo LaSombra, la excusa perfecta para matarle, tal como habían hecho con todos los niños nacidos como el. Se monto mil novelas en su cabeza, todas a peor.
Caleb aparece, le hace una seña, es hora de marcharse. Cobain asiente, y sin muchas ganas se levanta. Eso si, si lo van a enjuiciar, el va con la cabeza en alto.
- ¿mi madre no viene?
- va primero a casa de tu tío, ya luego se reúne con nosotros
- ¿me dejas conducir?
Caleb lo piensa
- deberíamos ir en el coche de tu madre
- vale, es aquí. Ya te veo luego en el castillo.
- ¿no vas a entrar conmigo? - Cobain se pone nervioso - ¿me vas a dejar solo con un Justicar?
- te has tirado a muerte tu solo, con 5 mierdecillas del Sabbat, y te da miedo un Justicar?
- ¿y que si me manda a matar!?
Caleb sonríe, después de todo sigue siendo un niño, le hace gracia que no tenga ni idea de por que esta ahí
- no te va a matar, al menos no aquí. No se acostumbra a degollar a nadie en reuniones oficiales estando solos. Es poco diplomático, además de aburrido.
Cobain pilla la ironía de su padre, pero para nada le hace chiste.
- Aunque, con todo lo formal que sea, no significa que no vayas con cuidado. Mide todo lo que digas, incluso tus gesto, a veces se dice mucho solo con eso. Recuerda que tratas con alguien que busca indagar mas allá de lo que muestras.
- ok... - Cobain no convencido, cerrar su mente no ha sido su mejor disciplina - ¿algun otro consejo?
- No la mires directamente a los ojos, pero tampoco bajes la cabeza, eso demuestra sumisión, eres un Vatore, eso déjalo muy claro. Ah, y por favor, no bebas nada que te ofrezca, da igual lo que sea o si bebe ella primero, NO BEBAS NADA!!
- ok.... - mas nervioso con los consejos.
- anda, ya hablamos luego.
Cobain entra sin mas remedio, estas charlas diplomáticas, no le gustan nada. Prefiere estar con 1000 bichos del Sabbat que aquí, de eso no tiene duda
Caleb espera ahí, hasta que lo ve desaparecer por la entrada. A el también todo este asunto le tiene los nervios de punta, se fue de las manos, tenia que aceptar que su hijo estaba ya fuera de su control total. Ya no puede hacer nada, era normal, había crecido. Solo queda ayudarle, y lo haría como fuese.
Y eso significaba, hacer algo que llevaba muchos siglos evitando. Algo muy difícil para el. Un rencuentro formal con su Padre. Desde su visita en el monte Komorebi, no le había visto, y antes de eso, no se había aparecido ante el por casi dos siglos. Era hora de sacar los demonios de la casa...
Pero primero, una visita familiar a su hermana y sobrinas. Ya que estaba ahí.
Cobain, ya adentro, se sienta a esperar, a visto por la puerta que la Justicar Lucinde esta reunida con alguien en su oficina, le toca esperar. Le sudan las manos... eso no es bueno, intenta calmarse, no quiere presentarse ante un antiguo todo cagado.
El lugar le recuerda un montón el castillo de Aemon, pero en mejor estado, mas cuidado. Estuvo apunto de convencerlo para que soltara dinero para remodelar y restaurar por completo el castillo, pero ahora.... puff ahora ni siquiera quiere hablarle.
En eso se abre la puerta de la oficina y sale un hombre, Cobain le ve, este también le devuelve la mirada, sabe quien es el chico. Hay un pequeño saludo silencioso y cordial entre ellos, el hombre sale.
Cobain piensa que seguro es su verdugo. Como va ser cordial con su verdugo!!.
- es para hoy Batori - se escucha desde la otra habitación, que ahora tiene las puertas abiertas.
"fuck"
- así que por fin tengo el placer de ver el rostro del Hijo del Puerto Gélido. Los dolores de cabezas que has dado a algunos solo con tu existencia, chiquillo.
Cobain no dice nada, ya se imagina de que va el tema.
- se ha debatido muchísimo que hacer contigo, sobre todo después de haber roto la mascarada en aquel festival. Ha costado mucho borrar evidencias, pero por suerte, ha aparecido un grupo del Sabbat, grupo que te has cargado con tus propias manos, y entre ellos un Anatema, nada mas y nada menos. Eso, entre los antiguos, puso mucho en discusión que debíamos hacer: castigarte por haber roto la Tradición mas sagrada de la Gran Torre de Marfil, o premiarte por tu valentía y sobre todo voluntad por haber mantenido firme tu convicción a la Camarilla?
- Personalmente, debo decir que has hecho mucho mas que otros, otros que están incluso por encima de ti, ¿pero eso te convierte en un héroe?. Las dudas sobre ti siguen presentes, el miedo les empuja y mucho mas ahora. En este momento no solo temen en lo que te puedas convertir y lo que puedas traer; sino lo que les puedes arrebatar en la pirámide. Y sino, mírate, aquí, siendo un adolescente medio humano, medio vampiro, ya tienes habilidades que muchos desearían y además, un Titulo, dentro de la Camarilla.
- ¿un titulo? - Cobain por fin habla, ahora esta mas perdido
Lucinde, lo ve de arriba abajo, Cobain sabe que le esta evaluando. No le gusta ni un poquito.
- ¿quieres beber algo? - Dice Lucinde, que va directo a servirse una copa.
- no gracias - Cobain, ni lo duda
- ese no, ¿es porque realmente no quieres, o porque tu padre te lo ha ordenado?
- es un NO, porque no confío en usted, si me permite decirlo.
Lucinde sonríe
- Te lo permito. Y haces bien, en no confiar. En el mundo donde te has metido, confiar es de débiles. Siempre querrán tomar algo de ti, además de matarte, como te has dado cuenta.
Lucinde da unos sorbos a su copa, no deja de mirar al chico, Cobain la evita, como puede. Que poquito le gusta que lo miren así, como un bicho raro en exhibición.
- Dime, Cobain... ¿sabes que es un Alastor Rojo?
- ... ¿Una agencia policial de la Camarilla?... ¿el servicio secreto?
Luncide vuelve a sonreír, por tan banal comparación
- El rango de Alastor es una designación de Honor, A los que se confía este titulo, es para cazar a los enemigos más temidos de la Camarilla en nombre de ésta. ¿Sabes como se elige a un Alastor?
Cobain no sabe si callar, no quiere aparentar ser un tarado, tampoco quiere quedar como un pelele sin cultura.
- El Justicar... o el Circulo Interno, como todo.
- siéntate, Cobain - Le ordena la Justicar.
Este hace caso, ella se sienta al Lado.
- Si bien es cierto que son parte del brazo del Justicar, no somos nosotros los que elegimos a dedo, quien lo merece o quien no. Es algo que puede ocurrir, pero no es lo habitual. Nosotros los Justicar, solo nos hacemos cargo de los Arcondes, como el visitante que has visto salir antes de que entraras. Un Alastor va mas allá, de hecho responde solo ante el Circulo Interno, es un puesto muy delicado. Un vampiro no es elegido como un Alastor porque si, aunque la regla es, que todo aquel vástago que mate a un Anatema, un criminal de la Lista Roja, automáticamente obtiene el rango. Y tu has matado a uno Cobain.
Cobain esta flipando, vamos a ver, entro pensando que tendría un juicio por ser culpable, y ahora resulta que se esta enterando, que se ha convertido en un Alastor Rojo. Esto es surrealista, Aun mas que sus novelas.
- este ha sido el gran debate por ti, en estos días. Los mas purista pedían se respetaran las reglas, mientras los mas modernos abogaban que tu, un con tu acto heroico, habías roto las tradiciones. Sin contar que la mitad del Clan piensa que no estas ni por asomo preparado para tal carga.
- entre ellos supongo que estará mi abuelo... digo... el Señor Aemon Vatore.
Luciende vuelve a sonreír
- Es por Aemon que aun sigues vivo, Cobain. El ha estado impidiendo durante todo este tiempo que no se te acerquen. Y ha sido el, quien ha dado la ultima palabra, sobre el tema. Eres un Alastor Rojo.
Cobain no puede evitar, sentirse emocionado. Después de todo, no solo no esta enojado con el, sino además, tiene su voto de confianza, Lo cree capaz.
- Esto es serio, Cobain Vatore - Lucinde que intenta traer a la realidad al chico - Ser nombrado Alastor es ser nombrado el más leal sirviente de la Camarilla. Es un rol y un título que se toma muy en serio. Tanto, que tus acciones como un Alastor también reflejan las del Clan, tu Sire, y todos tus otros compañeros Alastores. Podrás ejercer como mas te parezca, nadie podrá impedírtelo ni cuestionarlo, porque eres la voz de lo que debe respetarse. Es por eso que como Alastor, estamos bajo el manto del Circulo interno, esa es la única forma de mantener a raya tal poder. Los castigos por enemistarte con la Camarilla tras ser nombrado para esto, son aun mas severos que otros casos. Tenlo en cuenta.
Cobain asiente. Esta nervioso, pero feliz.
- ahora, acompáñame. Es hora de darte tu marca.
- marca... ¿Qué marca?
- La Marca de la Bestia...
Caleb luego de hacer una larga visita a su hermana y sobrinas (y otro pequeño sobrino que conoció). Por fin, subió la colina hasta el castillo de Aemon.
Para que negarlo, estaba super nervioso. Como cada vez que iba a verle desde pequeño. Sabia que estos encuentros, siempre terminaban con una pelea.
- Padre
Aemon no responde, ya sabia que venia, y al igual que Caleb, también anda tenso. Como cada vez, desde pequeño. Caleb había sido siempre su debilidad.
- te ves fatal…
- estoy perfecto
- veo que te has decidido por fin a renovar esto
- culpa de tu hijo que no hace mas que sacar dinero de mi bolsillo
Hay un silencio largo, como decidiendo, internamente quien habla (o grita) primero
- ¿Qué quieres? - suelta por fin Aemon, que intuye, habrá drama.
- solo quiero saber que pretendes hacer con mi hijo.
- ¿Qué pretendo?... a que vienes tu con esa acusación.
- tu no das monedas sin conseguir nada a cambio Aemon, solo quiero saber, realmente y de una vez, que es lo que quieres con Cobain
- nada
- no te creo
- Si vienes con tu discurso de nuevo de confianza y traición puedes marcharte por donde viniste.
- he venido hablar, Aemon
- tu solo vienes a discutir.
Caleb flipa, se lleva las manos a la cara aguantando, respirando hondo para calmarse.
- No se ni que coño hago aquí, ni 5 minutos, joder
- ni yo se que estas buscando...
Caleb se da la vuelta para salir indignado, pero se regresa...
- sabes que, yo venia a disculparme, pero no se en que momento se me ocurrió que era buena idea, si esta mas que claro que no te importa, nunca te ha importado una mierda.
- ¿una disculpa? – Aemon incrédulo - uno no viene con una disculpa cuando hay de por medio una acusación, mas bien parece una maldita excusa por salir del paso, para contentarme con algo que tu crees yo necesito escuchar.
- ¿solo te pregunte que quieres con mi hijo!? - Caleb cada vez mas exasperado
- ¡y te he respondido! Te he dicho claramente que nada, pero tu, vas tan cegado, que no te da la gana de aceptarla. Si no confías, ese ya no es mi problema, hace mucho dejaste de serlo.
- tu mismo te has encargado que tenga esa idea de ti…
- Ah… ya estamos!! – Aemon harto, pegando un grito – 200 años, y una vez mas con lo mismo, logras manipular la conversación a tu maldita preferencia, para sacar solo lo que te interesa.
- Lo he aprendido de ti.... - Caleb por encima de la Voz de Aemon
- ... ¿Cuántas veces tengo que aguantar escuchar que soy el culpable de todas tus desgracias?
mientras tanto, afuera, en la habitación continua:
Cobain sabia que había mucha asperezas entre su padre y su abuelo, ¿pero tantas?
- eres tan cabezota, orgulloso y egoísta que nunca has podido entender que es lo que realmente hiciste para herirme... al menos yo intento llegar a una tregua
- Y de que vale si siempre vas tener entre ceja y ceja que soy un traidor, no quiero ninguna maldita tregua, ni una disculpa, si sigues jodiéndome con lo mismo repetidas veces. No me vale.
- ¿QUE COÑO QUIERES DE MI AEMON BATORI!?
– LEALTAD... MALDITA SEA - grita Aemon dando un porrazo a la silla con la mano
- ¿Lealtad?... - Caleb dolido - me vas a decir tu, precisamente tu, que esperas Lealtad?
- tu no sabes nada de lealtad, Caleb Batori. Me dices a mi que soy un orgulloso egoísta, pero en que momento has dejado tu de pensar que no sea solo en ti?. Jamás, y escúchalo bien... JAMAS, he dejado de intentar ayudarte, aun cuando estuviste solo, ¿y que es lo primero que haces? Correr a buscar y pedir ayuda a Valentine, o a cualquier otro idiota de turno, antes que a mi. - Aemon, tan cabreado que se levanta de la silla
- ¡pero si fuiste tu el que me tiro a la calle como a un perro!
- Te di la "libertad" que tanto me gritabas, te había arrebatado!. Nunca he dejado de estar pendiente de ti, desde aquel día que te recogí de aquel hueco mugriento, lleno de barro y lagrimas porque estabas solo, hasta ahora. No he hecho mas que darte todo lo que se te ha ocurrido, cualquier capricho. Todo te lo di, además de techo, comida, ropa… te di un maldito nombre que ni eso tenias.
- Querías ser un espadachín experto, te lo di, traje a los mejores instructores del mundo, solo para que te enseñaran. Querías montar tu negocio, te lo di, querías tus propias tierras, te las di. Se te metió un día la idea de ser vampiro como yo, te convertí, aun cuando jure que jamás tendría un vástago, incluso me hiciste convertir a Lilith, solo para satisfacer tu capricho. ¿Dime una maldita cosa que hayas pedido y no te la haya dado!?. Incluso, has ido a tu bolas por la vida, solo por que YO te lo di. Hasta eso lo tienes por mi, Caleb. Y lo único que he recibido a cambio son berrinches, uno tras otro de un malcriado insolente y desagradecido.
Cobain sigue tras la puerta, sorprendido. Era la primera vez que escucha hablar sobre esto, entre estos dos. Lo que mas le impresionaba, era ver a Aemon así, tan... emocionalmente afectado.
- Tienes bastante cara para llamarme a mi egoísta y arrogante. Todavía, sigo aquí intentando sacarte el culo del barro todas las veces que he podido, para igual recibir esta misma mierda cada vez que se te antoja... No Caleb. No lo acepto tu maldita disculpa.
Aemon por fin se calla, se sienta tratando de conservar la calma, con su puro y su vino.
Tras una larga pausa, ahora es Caleb el que habla.
- Siempre te he agradecido lo que has hecho por mi Aemon, eras mi PADRE, joder, eras todo para mi, mi vida giraba completamente para ti. Por eso me jodio tanto que me engañaras, darme cuenta que a pesar de todo, yo solo era uno mas de tus ghouls, solo me usaste de la misma forma que lo hacías con ellos, para conseguir una mejor posición política.
- Yo habría matado a todos por ti igualmente, si solo me hubiese contado tu plan, pero preferiste hacerlo solo, y peor aun, dejándome solo. Tu viste como estuvieron a punto de matarme, estabas ahí viéndolo todo y lo primero que hiciste fue darme la espalda, confirmando al resto que YO era el traidor, aquel que se atrevió a actuar a espaldas de su Sire, para perjudicarle, y no cualquiera, nada mas que del Antiguo y Duque Aemon Batori, Señor de los Ventrue, cuando la historia era totalmente al revés…
- te saque del medio para salvarte cabezota, esos perros iban detrás de ti porque sabían que eras lo único que yo tenia para ellos poder manipularme a mi. ¿No te das cuenta lo que habrían hecho solo para dañarme y verme caer?
Caleb se sienta, esta agotado. Necesita pasar pagina, siente que es lo único que necesita para por fin conseguir esa ansiada paz que tanto anhela.
Otro largo silencio, es evidente que ambos están igual de afectados.
- lo siento... - dice Caleb, por fin...
- ¿sientes que?
Caleb vuelve a meditarlo...
- ser un cabrón malcriado - dice resumiendo todo.
Aemon, mira el techo y pareciera que se atraganta, pero lo suelta con dificultad:
- también lo siento - dice casi susurrando y rascándose la garganta sonoramente.
Caleb no se lo esperaba, esta sorprendido
Por el otro lado, flipan igual.
- que sepas que todo lo que soy, lo he aprendido y heredado todo de ti - Caleb intentando, por fin, alivianar el ambiente.
- se supone que tu ibas a ser mejor que yo... según tu - Aemon siguiendo la coña - pero ya estas jodido, así que las esperanzas de esta familia, caen ahora en el nuevo Alastor
- vuelvo a preguntarte, tranquilo... ¿Qué pretendes hacer con Cobain?
- ya te lo dije... nada!. Deja de comerte la maldita cabeza con lo mismo, siempre ha sido tu problema, le das mil vueltas a todo hasta aburrir.
- solo intento protegerlo... como sea
- Ja!... donde he escuchado yo eso. Ah ya se, ¿Cuándo fue esa fase que me acusabas de sobreprotector?
- no es lo mismo...
- Y una mierda. Deja que decida el, total... Cobain siempre va haciendo lo que le da la gana sin respetar las reglas.
Cobain entra en la habitación.
- lo dicho, no solo le da por escuchar conversaciones privadas, sino que también las interrumpen cuando nadie le ha llamado - Aemon que no esta nada sorprendido de que el chico este ahí.
- Creo que si mi nombre aparece en la conversación, lo lógico seria que yo también este metido en ella, no?
Aemon tuerce los ojos... no piensa discutir con críos mas nunca en su no-vida, son un caso totalmente perdido.
- Veo que has sobrevivido a Lucinde - dice Caleb viendo que tiene la marca
- ya... un poco intimidante la tía. Ha sido una sorpresa, no esperaba que me "marcaran".
- esa marca es lo único que te diferencia de un simple Arconde o matón. Es un trofeo, lo único que te otorga beneficios e inmunidad, actuando sin dar explicaciones, en los dominios de quien sea - Aemon serio. - Acojona, no se...
- si has podido con Aemon puedes con cualquier cosa, hijo.
- ni puta gracia - chilla el anciano.
Cobain y Caleb se ríen cómplices.
- de verdad no se como llevar esto, es como demasiado, en muy poco tiempo - Cobain que intenta digerir todo.
- pues te jodes. Tu solo te metiste en esto, ahora asúmelo, por que te toca ponerte a trabajar ya - Aemon dando ánimos al chico, a su manera.
Estoy emocionadisima con la conversación de Aemon y Caleb, qué tensión de la buena.
El hombre del monóculo me tiene intrigada 😈 quiero saber de ese…
Capitulazo❤️