CAPITULO XVII
Esa mañana muy temprano, Mikie había ido con Pinkie y Nanoko (que contento no estaba) para hablar con Caleb, y convencerle de llevar a Cobain al Festival de la Nieve en la montaña.
Caleb no se mostro muy convencido, pero entendía que era muy poco probable que sucediera algo en el Festival. La sorpresa, fue Leona, que ya fuera de cama se negaba. No quería que Cobain estuviese cerca de esa montaña, después de la experiencia vivida. Fue después, de mucho rogarle y mucho llanto, por parte de Cobain y la intervención de Caleb quien finalmente termino abogando a favor, que al final accedió a regañadientes, no muy convencida por el temor, y aceptando de mala gana.
El festival aun no empezaba, daba igual, Cobain y Pinkie no perdieron tiempo y fueron corriendo a las pistas. Mikie estaba un poquito estresada, por la responsabilidad que le habían puesto y más después de ver el drama montado por la madre del niño. Al menos estaba contenta de que Nanoko compartía el mismo sentimiento que ella.
Mientras tanto, ni Pinkie, ni Cobain estaban incomodos, por el contrario, no paraban de reír y planear bromas, entre ellos, era dos diablillos sueltos con un montón, de víctimas, para sus bromas en los alrededores.
El festival por fin comenzó, Cobain tenía algo pendiente por hacer, cosa que le ponía nervioso y le estaba dando largas al asunto. Aun así, tenía mucha adrenalina encima, tenia que hacerlo, para eso estaba ahí.
Quería subir a la pista de los adultos y se lanzarse con su tabla. Después de mucha meditación, le dijo a Pinkie que estaba listo, el subiría. Ella le dijo que lo esperaría abajo, quería verle, hacerle fotos y videos para que luego pudiera mostrárselo a sus padres.
Finalmente, ahí estaba, arriba en la pista listo para saltar. Le costó un ratito decidirse… tenía miedo, pero al mismo tiempo ese miedo le incitaba a tener que hacerlo.
Con mucha agilidad, Cobain se desliza por la pista, y lo hizo de maravilla. Llego intacto sin siquiera vacilar. Ni decir, lo grande que se sentía, se veía como el ser mas enorme de la tierra, habiendo dominado el mundo.
Pinkie se fue directo, a felicitarle, también emocionada. Cobain no podía ni hablar de la emoción, aún tenía la adrenalina corriendo por sus venas, estaba tan feliz que le dió un abrazo a Pinkie. Ella le devolvió el abrazo, muy contenta, pero un poco avergonzada. Su plan había funcionado, le había hecho feliz.
Maiko, los vio y no le hizo gracia. Pinkie había venido “sola” con Cobain y no le había invitado. Se acerco a ellos, interrumpiendo el momento, felicitó a Cobain también y claro lo llenó, de elogios. Cobain se sintió raro, casi no la conocía y por más que sea, mucho elogio “gratis” tampoco le hacía sentir cómodo, sobre todo de alguien a quien no le tenía mucha confianza.
Pinkie, solo la miraba en plan “...o sea, vete!!”
Maiko, entendía perfectamente y por eso, con más razón, se quedó. Pinkie era su mejor amiga, pero sentía mucha envidia de Pinkie, por muchas razones y además que Cobain estuviese más entusiasmado por Pinkie, que por ella, era una de las cosas, sino la más.
- ¿Quieres ir a patinar? - pregunta Pinkie, a Cobain, interrumpiendo totalmente a Maiko
Cobain acepta, todavía quería más acción y no quedarse charlando, nada mas.
- Yo soy patinadora profesional, quiero algún día participar en las olimpiadas de invierno….. - seguía Maiko como si nada ocurriera.
Cobain, le miro extrañado. Maiko no tenía pinta de ser deportista, más bien parecía que le desagradaban esas cosas, aun así calló. Sintió que el ambiente se estaba poniendo bastante incomodo como para decir cualquier cosa delante de las dos chicas.
Mikie los observaba, siempre los tuvo en vigilancia junto con Nanoko. Algo se olía, pero miró a Pinkie como preguntando, si todo estaba bien, y está le devolvió la mirada con una sonrisa a modo “no pasa nada”.
Ahí mismo, cogió a Cobain de la mano y muy decidida se lo llevo andando, con paso largos, hasta la pista de patinaje. Maiko les seguía detrás, pero esta vez, empezó a decir cosas más desagradables a Pinkie. Cobain no entendía, porque ya no hablaban su mismo lenguaje, pero no había que ser muy conocedor del idioma para intuir que cosas bonitas, no decía.
Al final Pinkie exploto:
- PUEDES DEJARME EN PAZ!!!
- COMO PUEDES DEJARME A UN LADO - le respondió Maiko, también a gritos - VIENES AL FESTIVAL CON EL SOLAAAA….. NO PODIAS HABERME INVITADO?…. ¡¡¡YO QUERIA VENIR CONTIGO!!!
- MENTIROSA!!!…. ¡¡NUNCA QUIERES VENIR CONMIGO PORQUE NO TE GUSTA… ¿QUE LO HACE DIFERENTE AHORA!!? SOLO TE MOLESTA QUE POR PRIMERA VEZ NADIE TE HACE CASO, ENTIENDE QUE NO LE INTERESAS…… VETEEEEEEEEEE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! - seguía gritando Pinkie
Cobain no entendía, ni media palabra de lo que decían, estaba muy confundido… “pero estas no eran amigas!?”, aun así, se arriesgo, e intento mediar...
- hmm.. porque mejor no nos calmamos y…..
- ME CALMO CUANDO ESTA SE VAYA DE MI VISTA!!! - gritaba furiosa Pinkie, volviendo al mismo idioma de Cobain.
- Pero es que podemos ir a patinar todos juntos, no hay porque pelear… no? - seguía buscando la manera de calmarlas.
- NO ENTIENDES NADA!!! - le espeto Pinkie. Mientras Maiko comenzó a llorar.
- Yo solo quería pasar tiempo con mi amiga, pero ella no quiere estar conmigo - Dice Maiko a Cobain y se va corriendo llorando aún mas.
- MENTIROSAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA - grita Pinkie
Cobain sigue intentando calmarla, que miedo daba
- Pinkie, tranquila…. ¿pero… por qué pelean?
A ella, le entra la vergüenza, primero por ponerse así, y sobre todo, tener que decirle el verdadero motivo de la pelea; como podía decirle que discutían por el.
Le conto que Maiko era su amiga, pero a veces era muy desconsiderada con ella, y con el resto del grupo, cuando no conseguía lo que quería. Maiko no es una niña a quien le guste pasar desapercibida y como viene de una familia muy importante dentro la comunidad, siempre ha creído tener más derecho a todo que el resto.
Pinkie en el fondo, no la odia, solo siente pena por ella. Le dijo también que había perdido a su madre sin conocerla y su abuela no era la persona mas buena ni cariñosa del mundo. Eso le afectaba mucho y Pinkie solo quería ayudarle y acompañarle aunque, a veces, era muy difícil tratar con Maiko.
- ¿Porque siempre quieres hacer feliz a todo el mundo? - Preguntó Cobain.
Pinkie se encogió de brazos:
- porque yo soy feliz, supongo - aunque por su cara parecía estar bastante dolida, en ese momento.
Cobain solo quería subirle el ánimo, se daba cuenta que Pinkie había intentado animarle también, en esos dos días, y se sentía con el deber de devolverle el favor.
- Oye que es eso - dice de repente con cara asustado y señalando sobre su hombro…
Pinkie voltea toda asustada… e inocente
- AAAHHH!!! - grita Pinkie enojada cogiendo también nieve para estampársela en la cara…
- Ya te enteras tú!!!! - entre gritos y risas los dos no paraban de lanzarse nieve hasta resbalar al piso y caer.
Ambos reían a carcajadas, hasta que los dos callaron…
- Quiero pedirte disculpas, por lo de ayer, mi padre me regañó. Y tiene razón, fui muy grosero y no tenia que pagar mi mal humor contigo…
- No pasa nada…. - responde Pinkie nerviosa, de repente sintió que estaban muy cerca.
Cobain también estaba nervioso, no sabía que más decir, puso la mano encima de la de ella: “que haces!?, porque le coges la mano!?” - pensaba.
Pinkie se congeló… y no por la nieve.
- Cuando regrese a casa, vamos a seguir hablando... ¿verdad?
Pinkie mueve la cabeza con un si, o eso cree ella que hacia, casi no podía moverse de los nervios, el corazón se le salía por la boca.
“Y si me acerco un poquito más….” - pensaba ella, estaba muy cerca.
Cobain, estaba igual de tieso, estaban en silencio, un silencio muy, muy, muy profundo.
Ya esta, Pinkie se iba lanzar, cogió fuerza, cerro los ojos, y justo cuando se iba acercar, Cobain habla:
- Me gustan más tus trenzas así, que con el cabello suelto….
Pinkie no podía, la cara le ardía de vergüenza, quería que la tierra la tragara sino le daba un infarto primero.
"PINKIEEE… COBAIN!!!“ - escucharon que Mikie, los llamaba a lo lejos, desesperada.
El festival había terminado.
A Mikie estaba a punto de darle un ataque, por un rato los había perdido de vista, ya quería terminar esto, quería dejar a Cobain en su casa y no repetir la custodia ajena de nadie.
- Nos vamos - dijo Pinkie, al tiempo que salía corriendo sin mirarlo.
Cobain se quedó ahí, bastante nervioso y algo perdido, no estaba del todo seguro que había pasado, necesitaba otra charlita con papá.
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